Hoy hemos preparado una rica tarta o pastel de chocolate, con un ligero sabor a moca que esta deliciosa. Si la preparáis veréis que tiene un sabor muy bueno y nos es nada empalagosa, lo único malo que tiene es que si la pruebas repites. Me parece ideal para prepárala para cumpleaños o cualquier otra celebración.
INGREDIENTES:
- 110 g Chocolate negro
- 135 g Mantequilla en pomada (a temperatura ambiente)
- 140 g Azúcar
- 140 g Harina con levadura (bizcochona)
- 2 Huevos (claras y yemas por separado)
- 60 ml Leche
- 1 Cucharada de cacao en polvo sin azúcar
- 1 Cucharada de café instantáneo disuelta en una cucharada de agua caliente
Para el glaseado y decoración:
- 80 g Mantequilla en pomada (a temperatura ambiente)
- 175 g Azúcar glas tamizada
- 1 Cucharada de cacao en polvo sin azúcar
- 1 Cucharada de café instantáneo disuelto en 1 ½ cucharada de leche
- 200 ml Nata
- 1 Cucharada cacao en polvo sin azúcar
PREPARACIÓN:
Lo primero que hacemos es derretir el chocolate al baño Maria (Consiste en la cocción de un alimento o el calentamiento dentro de un cazo que a su vez está dentro de un recipiente con agua para que el alimento se cocine por medio del agua caliente y no por el calor del horno o de la cocina directamente), dándole vueltas para que nos quede completamente fundido. Cuando este derretido retiramos del fuego y dejamos enfriar unos 5 minutos.

Mientras tanto ponemos en un bol le mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar y las 2 yemas de huevo (reservando las claras), batimos bien hasta conseguir unir todos los ingredientes y nos quede una crema suave. Seguidamente y sin dejar de remover añadimos el chocolate negro que tenemos fundido, una vez se haya integrado bien con el resto de ingredientes, añadimos la harina tamizada y el cacao en polvo. Seguimos removiendo hasta que este todo bien mezclado. Seguidamente disolvemos la cucharada de café instantáneo en una cucharada de agua caliente y lo mezclamos con los 60 ml de leche. Vamos añadiendo gradualmente al bol y sin dejar de remover la leche con el café, hasta que tengamos todo bien mezclado.

A continuación en otro bol o cuenco batimos las claras que teniamos reservadas, hasta que espesen. Las vamos añadiendo a la mezcla anterior poco a poco, mezclándolas con movimientos envolventes, como si estuviéramos haciendo círculos de arriba abajo. Seguidamente en un molde desmontable de unos 20 cm, forramos la base con papel sulfurizado (papel de horno) y engrasamos las paredes con un poquito de mantequilla o margarina.
Vertemos en el molde la crema de chocolate, alisando la superficie con el dorso de una cuchara.
Seguidamente metemos en el horno que tenemos previamente precalentado a 180º por arriba y por abajo, aproximadamente unos 30 o 35 minutos, o hasta que lo pinchemos con una aguja o punta del cuchillo y esta salga limpia. Una vez cocido sacamos del horno desmoldamos con cuidado y dejamos enfriar.

Mientras tanto vamos preparando el glaseado para ello batimos en un bol o cuenco, la mantequilla hasta que este cremosa, añadimos el azúcar glas tamizada, la cucharada de cacao en polvo y la cucharada y media de leche con el café disuelto. Mezclamos todo muy bien hasta conseguir que la mezcla este cremosa y homogénea. Seguidamente montamos la nata (un truco para que la nata se nos monte mejor, es que este bien fría e incluso el cuenco donde la vayamos a montar lo tengamos también un poquito de tiempo en el frigorífico para que este frió), cuando este montada le añadimos la cucharada de cacao y mezclamos otro poquito. Seguidamente y una vez que nuestro bizcocho o pastel este frió, extendemos uniformemente por toda la superficie, el glaseado que hemos preparado anteriormente.

A continuación ponemos nuestra nata montada con cacao, en una manga pastelera (podemos utilizar una bolsa de congelar con un agujerito en una esquina) y vamos adornando nuestra tarta o pastel por los laterales. Si queremos y para rematar esta sabrosa y rica tarta, podemos añadirle por la superficie unas virutas de chocolate blanco o negro.