La receta de hoy son unos rocos al horno de
anís y aceite, muy fáciles de preparar y con un sabor muy rico. Además, estos
roscos caseros se preparan con ingredientes asequibles, quedando crujientes,
sabrosos y mucho más saludables, que si los compramos de los que nos venden industriales.
Son fáciles de preparar y puedes
improvisar una merienda en poco tiempo, ya que la masa de los roscos no
necesita fermentar y por lo tanto el tiempo de preparación es corto.
Para prepararlos solo se necesita harina, aceite de oliva, anís,
ralladura de limón y azúcar y, sin embargo, parece mentira que salgan tan ricos.
INGREDIENTES:
-
300 g Harina
-
100 ml Aceite de oliva (suave)
-
100 ml Anís Dulce
-
50 g Azúcar
-
Ralladura de piel de limón
-
50 g Azúcar (para rebozar)
PREPARACIÓN:
Lo primero que
hacemos es preparar todos los ingredientes, pesándolos o midiendo esto hará que
ahorremos tiempo al preparar nuestra receta.
Seguidamente encendemos nuestro
horno a 180º por arriba y por abajo, para que se vaya precalentando. A continuación,
ponemos en un cazo los 100 ml de aceite, los 100 ml de anís y los 50 g. de azúcar.
Seguidamente ponemos el cazo a fuego medio y le damos vueltas hasta que el azúcar
este disuelto, una vez disuelta el azúcar retiramos del fuego y añadimos la
ralladura de limón, solo la parte amarilla (previamente el limón le hemos
lavado).
A continuación, añadimos al cazo los 300 g de harina y con ayuda de
una cuchara, tenedor, etc., mezclamos bien todos los ingredientes, hasta
conseguir una masa homogénea, una vez mezclado ponemos la masa en un bol y
amasamos un pelín con las manos, hasta que nuestra masa esta lisa.
A continuación,
ponemos sobre nuestra bandeja de horno un papel sulfurizado (papel de hornear).
Seguidamente con las manos bien limpias vamos cogiendo porciones de masa del
tamaño de una nuez o pelota de pin pon, formando una bolita, acto seguido la
hacemos rodar sobre nuestra mesa de trabajo o encimera, haciendo tiras como podréis
ver en las fotografías. A continuación, montamos una punta sobre otra formando un
rosco.
Ponemos un poco de azúcar en un plato y pasamos nuestros roscos por el azúcar,
solamente por una cara del rosco. Según las vamos pasando por azúcar los vamos
depositando en nuestra bandeja de horno, con la parte que hemos pasado por el azúcar
arriba, como podréis observar en las imágenes.
Seguidamente metemos nuestros
roscos en el horno, que ya estará precalentado a 180º por arriba y por abajo,
aproximadamente 12 o 15 minutos, aunque esto depende mucho del horno, pues como
ya sabéis no todos calientan igual. Nos tienen que quedar unos roscos no muy
dorados, sino más bien blanquitos. Pasado este tiempo sacamos nuestros roscos
del horno dejando enfriar un poco antes de comerlos.
Los
podemos conservar en una lata metálica, si aguantamos la tentación. Con esta cantidad
de ingredientes salen unos 15 o 20 roscos.