La receta de hoy se la tenemos que agradecer a nuestra amiga Belén, que
ha tenido la gentileza de dármela, para compartirla con todos nosotros. Como veréis es muy fácil de preparar y con
pocos ingredientes. Lo mas complicado es a la hora de darle la vuelta a la
bandeja del horno, para desmoldar la plancha que lo tenemos que hacer sin
vacilar pero con cuidado. Yo lo he decorado con virutas de chocolate, pero si
se os agrieta mucho la plancha de chocolate, le podemos fundir el chocolate y
formar una capa uniforme sobre el tronco, untándola con una brocha de silicona,
de cualquier forma esta exquisito, haciendo las delicias de los amantes del
chocolate. (MUCHAS GRACIAS BELÉN)
INGREDIENTES:
-
250 g Chocolate negro
-
5 Huevos
-
Chorrito de agua
RELLENO:
-
250 ml Nata
-
150 g Azúcar
DECORAR:
-
Azúcar glass
-
Virutas chocolate (blanco y negro)
Lo primero que hacemos es encender el horno a 180º, por arriba y
por abajo, para que se vaya precalentando. Seguidamente partimos el chocolate
en trozos, lo ponemos en un cazo con un chorrito de agua y lo fundimos al baño maría
(Consiste en la cocción de un alimento dentro de un cazo que a su vez está
dentro de un recipiente con agua para que el alimento se cocine por medio del
agua caliente y no por el calor del horno o de la cocina directamente), dándole
vueltas de vez en cuando, una vez fundido lo dejamos templar un poco.
Seguidamente cascamos los huevos y separamos las claras de las yemas. Ponemos
las claras en un bol y con ayuda de unas varillas o una batidora que las tenga,
las montamos a punto de nieve (nos tienen que quedar bastante consistentes,
como si fuera nata).
A continuación cuando el chocolate que hemos fundido este
tibio, le añadimos las 5 yemas de los huevos y mezclamos bien.
Seguidamente añadimos
las claras montadas y con ayuda de una espátula de silicona mezclamos (no
remover) con movimientos envolventes y muy suavemente, las claras a punto de
nieve con el chocolate, hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Recordar que esta operación la tenemos que hacer muy suave, para evitar que se
nos bajen las claras, lo menos posible.
A continuación forramos la bandeja del
horno con papel sulfurizado o de hornear, subiendo un poco los extremos para
evitar que se nos salga la mezcla. Si nuestra bandeja de horno es demasiado
grande, podemos fabricarnos una con papel de aluminio y poner esta encima de la
otra bandeja. Vertemos la mezcla en la bandeja forrada alisando uniformemente
con el reverso de una cuchara. Metemos en el horno que estará ya precalentado
unos 13 o 15 minutos aproximadamente, dependiendo de cada horno.
Mientras tanto
ponemos los 250 ml de nata en un recipiente o bol y la vamos montando, añadiéndole
los 150 g de azúcar poco a poco, según se va montando (también podemos utilizar
nata ya montada).
Una vez que tengamos horneado el bizcocho de chocolate,
sacamos del horno, dejamos enfriar un poquito y con cuidado de no quemarnos,
volcamos nuestra plancha de chocolate, sobre un paño de cocina seco.
Seguidamente y con mucho cuidado para que no se nos rompa, le quitamos el papel
de hornear, estando todavía un poco tibio enrollamos un par de veces, la
plancha con el paño de cocina, para que vaya cogiendo la forma, dejándolo al
final estirado.
Una vez frio untamos repartiendo uniformemente por toda la
superficie, la nata montada. Seguidamente vamos enrollando con mucho cuidado con
ayuda del paño, nuestro tronco de chocolate.
Una vez enrollado solo nos queda
decorar con unas virutas de chocolate y espolvorearlo con azúcar glass.
Metemos
en el frigorífico, hasta la hora de servir.