Hoy pensando ya en
la proximidad de la Semana Santa, vamos a preparar unas ricas torrijas bañadas
en un delicioso almíbar de naranja y miel. Los amantes de la repostería estacional viven la
Semana Santa con alegría por la llegada a bares, pastelerías y hogares de sus
adoradas torrijas. Este es un postre, humilde
y preparación sencilla. Se suele preparar en estas fechas y hay que aprovechar para hartarse de él hasta el
año que viene, aunque hoy en día tenemos establecimientos que las preparan
durante todo el año. La torrija aparece documentada por vez primera en un libro
del dramaturgo Juan del Encina del siglo XV, en el que recomienda su consumo para
la recuperación de parturientas. En el siglo XX, se hizo muy popular en los
bares de Madrid, donde se servía como tapa junto al vino, pero su asociación con la Semana Santa no está clara. Quizás se deba a la necesidad de aprovechamiento
del pan sobrante, que, durante
el tiempo en que no se podía comer carne, era menos consumido. Ello resulta
paradójico hoy, ya que compramos un pan especial para la realización de las
torrijas.
INGREDIENTES para 10 o 12 torrijas:
- 1
l. Leche entera
- 1 Barra de pan de torrijas o pan del
día anterior
- Cáscara de un limón
- 4 o 5 Huevos
- 1
Palo de canela
- 4 Cucharadas de azúcar
- Aceite de oliva (suave)
ALMIBAR:
-200 ml Zumo de naranja (unas tres naranjas)
-200 g Azúcar
- 3 Cucharadas de miel
-Ralladura de la piel de una naranja
PREPARACIÓN:
Empezamos la receta poniendo en un
cazo el litro leche, el palo de canela, la cáscara de limón y las 4 cucharadas
de azúcar, llevamos el cazo al fuego y una vez que empiece a hervir, lo dejamos
cocer unos 3 minutos a fuego bajo, para que la leche tome el aroma de la canela
y el limón, dándole vueltas de vez en cuando, para que se disuelva el azúcar y
no se forme nata. Pasado este tiempo
retiramos el cazo del fuego y dejamos templar un poco.
Mientras tanto vamos partiendo el pan, en rodajas de1
cm . y ½
poco más o menos y las ponemos en una fuente. Seguidamente retiramos la piel del limón y el palo de
canela de la leche, y la vertemos por encima de las rebanadas de pan, dejamos
que se empapen dándoles la vuelta.
A continuación ponemos abundante aceite en una sartén y la llevamos al fuego, mientras se calienta el aceite batimos los huevos un poco. Seguidamente vamos pasando las rebanadas de pan por el huevo batido, friéndolas por ambas caras, debemos de tener cuidado al echarlas en la sartén, de no quemarnos y que no se nos rompan, nos podemos ayudar de una espumadera. Según las vamos friendo las vamos dejando en un plato o fuente con papel de cocina para que escurran el exceso de aceite.
Una vez que las tenemos fritas pasamos a preparar el almíbar de naranja y miel, para ello lo primero que hacemos es lavar bien una naranja, y rallamos la piel finamente, procurando que solo sea la piel sin la parte blanca. A continuación exprimimos las naranjas, hasta conseguir los 200 ml de zumo. Seguidamente ponemos en un cazo los 200 ml de zumo de naranja y los 200 g de azúcar, lo llevamos al fuego dándole vueltas de vez en cuando, hasta que se disuelva el azúcar.
Una vez disuelta el azúcar añadimos al cazo, las 3 cucharadas de miel y la ralladura de la piel de la naranja, dejando cocer un hasta que reduzca un poco.
A continuación apagamos el fuego pero sin retirar el cazo de este, vamos bañando las torrijas en el almíbar por ambos lados, según las vamos bañando las ponemos en la fuente donde las vayamos a servir. Con el almíbar que nos sobre regamos las torrijas una vez que las tenemos en la fuente.
Con esto solo falta disfrutar del sabor tan bueno, que tienen estas deliciosas torrijas, aunque lo malo que tienen es que son todo un vicio, siendo difícil parar de comerlas.
Mientras tanto vamos partiendo el pan, en rodajas de
A continuación ponemos abundante aceite en una sartén y la llevamos al fuego, mientras se calienta el aceite batimos los huevos un poco. Seguidamente vamos pasando las rebanadas de pan por el huevo batido, friéndolas por ambas caras, debemos de tener cuidado al echarlas en la sartén, de no quemarnos y que no se nos rompan, nos podemos ayudar de una espumadera. Según las vamos friendo las vamos dejando en un plato o fuente con papel de cocina para que escurran el exceso de aceite.
Una vez que las tenemos fritas pasamos a preparar el almíbar de naranja y miel, para ello lo primero que hacemos es lavar bien una naranja, y rallamos la piel finamente, procurando que solo sea la piel sin la parte blanca. A continuación exprimimos las naranjas, hasta conseguir los 200 ml de zumo. Seguidamente ponemos en un cazo los 200 ml de zumo de naranja y los 200 g de azúcar, lo llevamos al fuego dándole vueltas de vez en cuando, hasta que se disuelva el azúcar.
Una vez disuelta el azúcar añadimos al cazo, las 3 cucharadas de miel y la ralladura de la piel de la naranja, dejando cocer un hasta que reduzca un poco.
A continuación apagamos el fuego pero sin retirar el cazo de este, vamos bañando las torrijas en el almíbar por ambos lados, según las vamos bañando las ponemos en la fuente donde las vayamos a servir. Con el almíbar que nos sobre regamos las torrijas una vez que las tenemos en la fuente.
Con esto solo falta disfrutar del sabor tan bueno, que tienen estas deliciosas torrijas, aunque lo malo que tienen es que son todo un vicio, siendo difícil parar de comerlas.
Ay por favor que ricas. Yo este año aún no las he hecho y miedo me da porque luego es un sin parar hasta que se terminan jajaajaja. Besossss Paco
ResponderEliminarMe encantan las torrijas, y estas de esta manera las tengo que probar, se ven tan buenas que ya me tientan y eso que todavía no me he puesto a prepararlas. Esta vez las hare con tu receta a ver si en casa les gusta.
ResponderEliminarUn beso.
Paco como están tan buenas nosotros en casa las preparamos varias veces al año. No tantas como nos gustaría porque hay que probar otros postres, pero sí que caen cuando tenemos mucho pan duro y no lo invertimos en un pudin.
ResponderEliminarMe encantan tus torrijas, son como las de toda la vida y ese almíbar tiene que estar buenísimo
¡Besos mil!
Paco me encantan las torrijas y es uno de mis dulces preferidos de estas fechas. No las he probado con este almíbar pero tienen que estar riquísimas .besitos
ResponderEliminarHola Paco;
ResponderEliminarLas hice el otro día y aun las tengo en pendientes de publicar, las tuyas están de toma pan y moja, que buenas ahora mismo me comía más de una, te han quedado con ese almíbar para hacerle la ola, no hay nada más rico que lo casero y a la vista están esas torrijas que has preparado tan bien...Bess
Buenos días Paco, que postre mas rico nos traes hoy, hasta una simple torrija la haces que parezca manjar exquisito con ese almíbar que les preparas :D
ResponderEliminarBesote!!!!
las torrijas son mi dulce favorito, eso lo tengo claro. Con almíbar no las he comido nunca, por mi zona son más típicas rebozadas en azúcar y canela
ResponderEliminarPaco, estas torrijas están diciendo cómeme, hmmm
ResponderEliminarQue delicia Paco en casa nos encantan y no las hago mas veces porque los michelines ya se sobre pasan , bsss
ResponderEliminarQue rico, con lo que me gustan a mi las torrijas
ResponderEliminarestas tienen muy buena pinta
saludos
Paco prmera vez que veo esta receta, y en serio eso debe estar rico de rico!!!! wow que postre que se delicioso! en mi país usamos las habichuelas con dulce para esta poca de semana santa.
ResponderEliminarSe ve divino!
https://spontaneouslycupcakes-rrb.blogspot.com/2017/03/guacamole-cosa-rica.html
Unas torrijas espectaculares Paco, estan diciendo comeme jejejejj
ResponderEliminartengo que empezar hacer torrijas este año, miedo me da.
Gracias por compartir, ya te cotare.Mari.