Molinillos de mermelada

    Hoy vamos a preparar una receta muy muy simple, con prácticamente 4 ingredientes, pero con un resultado delicioso. Se trata de hacer unos molinillos de hojaldre, que podemos rellenar con diferentes ingredientes, crema pastelera, mermelada, dulce de leche, crema de cacao, etc. Yo he utilizado mermelada de ciruela. Un dulce que puede solucionarnos un desayuno, una merienda o un postre, que aproximadamente en media hora, lo tenemos listo. Espero que os animéis a prepararlos. Veréis que, aunque sea una receta muy sencilla, no os defrauda.

INGREDIENTES:

            - Para 6 molinillos:

- 1 Lamina de hojaldre (rectangular)

- 1 Huevo

- Mermelada

- Azúcar glasé

PREPARACIÓN:

    Lo primero que hacemos es encender nuestro horno a 180º, por arriba y por abajo, para que se vaya precalentando, también preparamos los ingredientes que vamos a utilizar, aunque en este caso solo son cuatro ingredientes.

    A continuación, abrimos nuestra lamina de hojaldre sobre la bandeja del horno que vamos a utilizar, utilizando en el fondo de la bandeja, el mismo papel con que viene envuelto el hojaldre. Seguidamente con un cuchillo que corte bien dividimos la lámina de hojaldre en 6 cuadrados, y a continuación corta las cuatro esquinas de cada cuadrado como se ve en las fotografías, sin llegar al centro del cuadrado.

    A continuación, ponemos en el centro de cada cuadrado una cucharadita de mermelada.

    Seguidamente batimos el huevo, con ayuda de una brocha pintamos los bordes del hojaldre. Una vez pintados vamos llevando un pico hacia el centro, de manera que llevamos un pico si y un pico no, como vemos en las fotografías, para formar un molinillo.

    Seguidamente una vez formado todos los molinillos, volvemos a pintar con huevo todos los molinillos, una vez pintados los metemos en el horno, que ya estará precalentado, por arriba y por abajo a 180º, durante aproximadamente de 12 a 15 minutos, de todas formas, como ya sabéis cada horno es un mundo y no todos calientan igual, por lo que estaremos un poquito pendientes y cuando veamos que se doran un poquito sacamos del horno.

    Una vez horneados dejamos enfriar un poco y les espolvoreamos con azúcar glasé.

       Con esto solo falta degustar estos ricos molinillos de mermelada.

¡A Desayunar!

Galletas perrunillas

La receta que vamos a preparar hoy son unas ricas y típicas galletas perrunillas, estas galletas son típicas de varias localidades españolas, principalmente de las provincias de Salamanca y Extremadura, en Andalucía se preparan en determinadas épocas del año. Se caracteriza por ser una pasta de textura seca y áspera. Cuando se come se suele deshacer en la boca. Los ingredientes principales son, manteca de cerdo, huevos, harina y azúcar, también se le puede poner aguardiente, almendras ralladura de cítricos, canela, etc. Como suelo decir respetando los ingredientes principales, podéis hacer cambios, sustituir las almendras por pasas, La ralladura de naranja por ralladura de limón, etc.  Espero que la receta os guste y os animéis a prepararla, si la preparáis podéis enviarme un mensaje a (cocinaconpaco@gmail.com) o poner un comentario en la entrada, para contarme que os ha parecido.

INGREDIENTES:

            - Para unas 22 galletas:

- 250 g Harina de trigo (todo uso)

- 125 g Manteca de cerdo (Diluida)

- 150 g Azúcar

- 100 g Almendra molida

- 20 ml Anís

- 2 Huevos (separando las dos yemas de las claras)

- Ralladura de Naranja

- Almendras crudas (una por cada galleta)

- 1 Cucharadita de bicarbonato sódico (de las de café)

- Pizca de sal

PREPARACIÓN:

    Lo primero que hacemos es pesar y medir todos los ingredientes que vayamos a utilizar, de esta forma adelantamos mucho tiempo, también encendemos nuestro horno por arriba y por abajo a 180 º para que se vaya precalentando.

    Seguidamente ponemos en un bol, la manteca diluida (La podemos diluir en el microondas) y el azúcar, con ayuda de unas varillas mezclamos hasta que se integren los dos ingredientes.

    A continuación, añadimos al bol los 100 g de almendra molida, la ralladura de naranja, la pizca de sal y la cucharadita de bicarbonato sódico, volviendo a mezclar todos los ingredientes muy bien.

    Seguidamente añadimos las dos yemas (reservamos las claras para utilizarlas más adelante) y los 20 ml de anís, mezclando todo muy bien con nuestras varillas.

    Una vez mezclado añadimos al bol poco a poco la harina, está la tamizamos y como he dicho en dos o tres veces, es decir echamos un poquito, mezclamos con una espátula, tenedor, etc. hasta que se incorpore y seguimos añadiendo más, así hasta que incorporemos toda la harina.

    Veremos que llegara un momento que nos costara mezclar con la espátula o tenedor, en ese momento amasamos con las manos bien limpias. Seguidamente ponemos nuestra masa en la mesa de trabajo y amasamos  muy bien, veremos que se nos queda como una masa arenosa.

    A continuación, vamos formando bolitas aproximadamente del mismo tamaño, las ponemos en nuestra mesa de trabajo y las aplastamos un poquito, también las podemos aplastar un poquito en la palma de la mano, como mejor nos apañemos, veremos que según las aplastamos se abre por los bordes, así es como tienen que quedar.

    Seguidamente forramos nuestra bandeja de horno, con papel sulfurizado (papel de hornear) y vamos depositando nuestras galletas. Seguidamente batimos las dos claras que hemos reservado y pintamos nuestras galletas.

    A continuación, ponemos en el centro de cada galleta una almendra, hundiéndola un poquito para que se fije a la masa, y volvemos a pintar con las claras. Acto seguido las metemos en el horno que tenemos ya precalentado a 180º por arriba y por abajo, aproximadamente de 12 a 15 minutos dependiendo de cada horno, porque como se suele decir, no todos los hornos calientan igual y cada horno es un mundo de todas formas, estamos un poquito pendientes y cuando veamos que se doran un poquito sacamos del horno.

    Ahora solo queda dejar enfriar un poquito y a disfrutar de su excelente sabor, que tienen, las podemos conservar perfectamente unos cuantos días. 

¡DELICIOSAS!

Carrilleras de cerdo Ibéricas al vino tinto

    La receta que os dejo hoy, son unas sabrosa y deliciosas carrilleras de cerdo, que como veréis se prepara sin ningún tipo de complicación. La carrillera es un corte de carne, que suele ser de cerdo o ternera. Este tipo de carne se encuentra a ambos lados de la cara, la palabra carrillera proviene de carrillo. Esta carne tiene un alto contenido en colágeno, siendo muy magra y sabrosa, dando a los platos mucha jugosidad, no tiene prácticamente nada de grasa y la que tiene viene en forma de vetas. La receta como siempre os digo la podéis modificar a vuestro gusto. Yo la he preparado en olla exprés tradicional y la he tenido 40 minutos, si la preparáis en una cacerola normal, la tendréis que tener aproximadamente 2 horas, para que quede blandita. He utilizado caldo de verduras, pero perfectamente podéis añadir agua, al igual que podéis utilizar carrillera, sin que sean Ibéricas.  Consejo este plato esta mejor si lo dejamos de un día para otro, que coja bien todo el sabor de los ingredientes. Espero que la receta os guste y os animéis a prepararla, si la preparáis podéis enviarme un mensaje a (cocinaconpaco@gmail.com) o poner un comentario en la entrada, para contarme que os ha parecido.

INGREDIENTES:

            - Para 4 personas:

- 800 g. Carrilleras de cerdo Ibéricas

- 1 Cebolla

- 1 Puerro

- 1 Pimiento (puede ser rojo verde o ambos)

- 3 Zanahorias

- 4 Dientes de ajo

- 250 ml. Caldo de verduras o agua

- 300 ml. Vino tinto (mejor vino de calidad)

- 2 Hojas de laurel

- 1 Ramillete de perejil

- Aceite de oliva

- Sal

- Pimienta molida

PREPARACIÓN:

    Empezamos nuestra receta, preparando todos los ingredientes, esto al final nos ahorra mucho tiempo a la hora de prepararla, esto es para cualquier receta que vayamos a preparar.

    A continuación, picamos todas nuestras verduras, la cebolla, el puerro, las zanahorias, el pimiento y los ajos, no hace falta que lo piquemos muy fino, pues al final de la receta las verduras, las vamos a triturar.     Una vez picadas las ponemos en un plato o fuente y reservamos.

    Seguidamente ponemos un chorrito de aceite de oliva en una olla o cacerola, y la llevamos al fuego, salpimentamos nuestra carrillera, y la vamos sellando (marcando) en la olla por ambos lados, hasta que se doren un pelín, esto lo hacemos para que mantenga su jugo en el interior. Una vez selladas las sacamos y reservamos para mas adelante.

    A continuación, en el mismo aceite donde hemos sellado las carrilleras, ponemos nuestras verduras que ya hemos picado anteriormente, salamos un poquito y sofreímos o pochamos a fuego medio, unos 7 u 8 minutos, hasta que veamos que esta sofrita, pero sin que se queme, si fuera necesario añadimos un poquito mas de aceite.

    Seguidamente cuando tengamos nuestras verduras, añadimos a la olla las carrilleras, con el jugo que hayan podido soltar y les damos un par de vueltas.

    A continuación, añadimos los 300 ml de vino tinto, esperamos un poquito, hasta que veamos que va a empezar a hervir y añadimos las 2 hojas de laurel y el ramillete de perejil, añadimos también el caldo de verduras o agua, hasta cubrir nuestra carne.

    Tapamos nuestra olla exprés y dejamos cocer unos 40 minutos, contando desde que empieza a sonar (en cacerola normal aproximadamente 2 horas). Pasado este tiempo retiramos del fuego, antes de abrir la olla, dejar enfriar un poco para no quemarnos, hasta que veamos que ya no suelta vapor. Una vez que ya se ha enfriado un poco, abrimos la olla sacamos nuestras carrilleras a un plato o fuente, retiramos el ramillete de perejil y las 2 hojas de laurel y con ayuda de la batidora, trituramos todas las verduras, hasta que veamos que se queda una salsa suave y fina.

    Volvemos a poner las carrilleras en la olla, junto con la salsa, comprobamos el punto de sal, rectificando si fuera necesario, y dejamos sin tapar en el fuego, otros 4 o 5 minutos.

    Con esto solo nos queda emplatar y disfrutar de la jugosidad y del sabor tan bueno de estas carrilleras.

    Consejo este plato esta mejor si lo dejamos de un día para otro, que coja bien todo el sabor de los ingredientes.

Solomillo de Cerdo con salsa de Miel y Mostaza

   Hoy vamos a preparar una receta muy rica, fácil, rápida de preparar y con pocos ingredientes, como podréis observar. Se trata de unos solomillos de cerdo con una salsa, podríamos decir agridulce y que tiene un sabor delicioso. En los ingredientes como podréis ver he puesto caldo de pollo (ave), yo como podréis apreciar en las imágenes no tenía caldo de pollo y he utilizado, agua con una pastilla de caldo, que sinceramente queda muy bien. La receta como siempre os digo la podéis modificar a vuestro gusto, yo he utilizado mostaza normal, si os gusta muy fuerte podéis añadir más mostaza, o utilizar mostaza tipo Dijon que tiene un sabor mucho más fuerte. Espero que la receta os guste y os animéis a prepararla, me podéis enviar un mensaje a (cocinaconpaco@gmail.com) o poner un comentario en la entrada, para contarme que os ha parecido.

INGREDIENTES:

            - Para 3 personas:

- 2 Solomillos de cerdo (mejor si son Ibéricos)

- 1 Cebolla

- 3 Dientes de ajo

- 250 ml. Caldo de pollo o agua con una pastilla de caldo

- 200 ml. Vino Blanco

- 1 Cucharada y media de mostaza

- 1 Cucharada de miel

- Sal

- Pimienta molida

PREPARACIÓN:

    Lo primero que hacemos es limpiar la grasa de nuestros solomillos, aunque normalmente es una pieza de carne, que no suele tener mucha grasa. Una vez que les hemos quitado la grasa, los partimos en medallones (rodajas) de unos 2/3 centímetros de grosor. A continuación, ponemos 3 o 4 cucharadas de aceite en una sarten, la llevamos al fuego y cuando este caliente, ponemos los medallones de solomillo y los sellamos por ambos lados, simplemente que se doren un pelín, para que mantengan su jugo.

    Una vez sellados los sacamos de la sarten los depositamos en un plato o fuente, salpimentamos un poco y reservamos (el aceite de la sarten no lo tiramos).

    Seguidamente picamos nuestra cebolla y los 3 ajos, una vez picado sofreímos, añadiéndole un poquito de sal a fuego medio, dándole vueltas de vez en cuando, para que no se queme, en el mismo aceite donde hemos sellado los solomillos, si fuese necesario añadimos un pelín más de aceite.

    Una vez que hemos sofrito la cebolla y el ajo, añadimos a la sarten los 200 ml de vino blanco, dejando que empiece a hervir, cuando veamos que hierve, añadimos el caldo de pollo o como mi caso agua y una pastilla de caldo, dejando que hierva 2 o 3 minutos.

    Pasado este tiempo añadimos la mostaza, damos unas vueltas que se mezcle todo y retiramos del fuego. A continuación, lo ponemos en el vaso de la batidora y con ayuda de esta trituramos todo muy bien.

    Seguidamente, ponemos la salsa en la sarten y añadimos la cucharada de miel, damos unas vueltas para que se mezcle todo. Una vez mezclado, añadimos los medallones de solomillo, que habíamos reservado, con los jugos que hayan podido soltar, dejamos cocer todo junto unos 4 o 5 minutos, probamos el punto de sal de nuestra salsa y modificamos si fuera necesario.

    Retiramos del fuego emplatamos y tenemos listos nuestros solomillos en salsa para disfrutar de ellos.

¡A DISFRUTAR!