La receta de hoy
es una exquisita fabada Asturiana, que como veréis es muy sencilla de preparar
y con pocos ingredientes. La clave para que la fabada sea buena, es comprar
unas fabes de calidad y cocerla a fuego lento. El chorizo, morcilla, panceta y lacón,
se conoce como compango y lo podemos comprar ya empaquetado en nuestra charcutería,
pero recordar que sea bueno. Tener en cuenta a la hora de preparar la fabada,
dejar las fabes en remojo unas 12 horas y el lacón y tocino si es salado,
ponerlo también en remojo, pero en recipientes diferentes. La cocción recordar
que una vez que empiece a hervir, tendremos que bajar el fuego y dejarlas cocer
a fuego lento, añadiéndole 3 veces agua fría para asustarlas. También
comentaros que no les deis vueltas con la cuchara, si necesitamos moverlas, lo
haremos moviendo la cacerola en círculos. Yo he preparado esta fabada con
motivo del cumpleaños de mi cuñado, que nos juntamos toda la familia, por eso
en las fotografías veréis más cantidad de fabes y compango.
INGREDIENTES para 4 personas:
- 500 g Fabes
- 2 Chorizos Asturianos
- 2 Morcillas Asturianas
- 200 g Panceta curada
- 100 g Lacón
- 1 y ½ Cucharada de pimentón
- Aceite de oliva
- Sal
PREPARACIÓN:
Lo
primero que hacemos la noche anterior es poner nuestras fabes en remojo, tienen
que estar al menos 12 horas. Para ello ponemos abundante agua en un recipiente,
añadimos las fabes y las dejamos toda la noche en agua. Si el tocino, lacón o
panceta que vamos a utilizar es salado, tendremos que tenerlo en agua, unas 6
horas, para que suelte la sal.
Seguidamente ponemos en una cacerola (preferiblemente
que sea baja y ancha), los chorizos,lacón y el tocino o panceta, las morcillas las
reservamos, pues si la añadimos ahora es fácil que se rompa la tripa y se deshaga.
A continuación añadimos las fabes escurridas del agua, donde las hemos tenido
en remojo. Lo de poner el chorizo y la panceta abajo, es para que durante la
cocción no golpeen mucho las fabes y las rompan. Seguidamente cubrimos con agua
fría un par de dedos por encima de las fabes.
Llevamos al fuego alto y añadimos
un buen chorro de aceite de oliva y una cucharada y media de pimentón (lo
echamos en crudo pues si hacemos un refrito el pimentón nos queda muy crudo o
pasado y si lo hacemos al final nos saben las fabes a pimentón). Durante la
cocción vamos desespumando nuestra fabada.
Una vez que empiece a hervir bajamos
el fuego y dejamos que hierva a fuego lento unas 2:30 horas. Durante la cocción
les añadimos por lo menos 3 veces un poco de agua fría, para romper la cocción
y evitar que se despellejen las fabes, a esto se le llama asustar a las fabes.
De todas formas veremos que ellas solas nos van pidiendo, cuando necesitan un
poco de agua.
Pasada 1:30 horas de cocción, añadimos las morcillas y dejamos
que sigan cociendo, a fuego lento. Cuando falte una media hora para que estén
listas las fabes, probamos el punto de sal y si fuera necesario le añadimos
sal. Antes no le hemos puesto sal, pues la panceta y el lacón suelen soltar
sal, por eso es mejor ponérsela al final.
Una vez que estén lista la fabada
retiramos del fuego, y esperamos para comerlas al menos 4 horas, lo ideal sería
prepararlas de un día para otro, aunque parezca un poco exagerado.
Cuando
vallamos a servir acompañamos cada plato de fabes, con un trozo de chorizo,
panceta, lacón y morcilla, que previamente hemos sacado de la cacerola y
partido en trozos.
Este plato es todo un manjar.